Clima y Energía: Dos caras de la misma crisis. Memorias del seminario presentado por Richard Allmendinger en Cornell University.

Por Anna Gladys Román Chávez.
@mente_legal

*Originalmente presentado por Richard Allmendinger. Chair, Earth and atmospheric Sciences. August 26, 2016. Seminar: “CLIMATE AND ENERGY: FLIP SIDES OF THE SAME CRISIS”. Cornell University. Website: http://www.geo.cornell.edu/geology/faculty/RWA/

El consumo de energía está relacionado al consumo de nuestros recursos naturales y afectación a la biodiversidad, razón por la que producir más energía de acuerdo a la demanda por aumento de la población mundial se percibe como un futuro oscuro para la preservación de nuestro planeta tal como la conocemos hoy en día. En los último 4 años la población mundial se incrementó en una cantidad equivalente a la población total de los EE.UU., y para el 2050 se espera que la población mundial sea 9,4 millones de personas, (teniendo en cuenta las fuentes de la oficina de censo de Estados Unidos de 2006 presentadas en la conferencia).

El suministro de energía se convierte en una necesidad imperiosa para la función normal de la sociedad y un elemento básico del desarrollo. Principalmente, la producción de hidrocarburos convencionales y no convencionales ha sido la forma más popular de la obtención de energía para el impulso de las ciudades industrializadas. Sin embargo, la producción de barriles de petróleo regular y convencional ha venido disminuyendo desde 1960, actualmente son tan bajos como antes de 1950.

La demanda de energía es calculada en función de la población, el PIB y la eficiencia energética; por su parte, en 2001 el consumo mundial fue de alrededor de 13.5TW, para 2050 sería de 27,6 TW. Con la disminución estimada de petróleo y gas convencionales, la nueva demanda energética requiere un gran aumento en las plantas nucleares (la construcción de una nueva planta nuclear cada 1,6 días para los próximos 35 años), para cubrir la demanda de biocombustible habría que dedicar cada pedazo de tierra arable a su producción, y un incremento considerable de infraestructura para energía eólica. (Según Panel de Intergubernamental sobre el Cambio Climático, como se cita en Lewis / Nocera de 2006, PNAS; Nocera de 2006, Dédalo)

Ahora, las nuevas políticas mundiales están apostando a invertir en energías renovables, no sólo por objetivos verdes, sino para cubrir la demanda energética que los combustibles fósiles ya no pueden alcanzar. Esto también considerando que la energía nuclear se redujo después del incidente de Fukushima. En perspectivas hacia el desarrollo de países industrializados, la tasa de aumento de las energías renovables parece ir en aumento, lo que promete independencia de los combustibles fósiles a favor del cambio climático.

En resumen, no sólo nuestras necesidades de energía son urgentes de atender sino que también hay que buscar una manera sostenible de lograrlo. Así los gobiernos están implementando controles regulatorio contra la contaminación y producción de gases de efecto invernadero, para de alguna manera frenar la degradación de nuestro planeta, preservando la existencia de nuestros recursos naturales y la biodiversidad. Pero además resulta importante la participación social a través de las organizaciones e instituciones académicas para mantener a la gente informada y consciente de las graves consecuencias de nuestras acciones y decisiones en el manejo y producción de la energía.